sábado, 11 de septiembre de 2010

SOBRE LA INEVITABLE RENUNCIA DE FERNANDO LUGO


La polémica en torno a los abusos sexuales de niños por parte de miembros de la Iglesia alcanzó a principios de este año matices insospechados: un grupo de ciudadanos, agrupados bajo el nombre de "Protest the Pope" se manifestó frente a la catedral católica de Westminster en Londres y pidió la renuncia del papa Benedicto XVI. Lo acusaron de haber encubierto los casos cometidos por los párrocos irlandeses conocidos a principios de año.
Al pedido se sumaron los teólogos de la asociación española Juan XXIII, los cuales creen que el pontificado de Benedicto XVI “está agotado”, porque el Papa “no tiene edad ni mentalidad para responder adecuadamente a los graves y urgentes problemas que hoy tiene que afrontar la Iglesia católica”.

Así consta en una declaración difundida en abril por la Junta Directiva de esta Asociación con motivo del quinto aniversario del pontificado de Benedicto XVI.
La declaración, que expresó su apoyo a la “Carta abierta a los obispos católicos del mundo”, recientemente publicada por el teólogo Hans Küng, reclamó al Pontífice que pida perdón públicamente “por el encubrimiento y complicidad del Vaticano, así como de no pocos episcopados, en los casos de abusos sexuales” en los que se han visto implicados obispos, sacerdotes y religiosos.

El movimiento católico progresista alemán "Iniciativa Iglesia desde abajo" (IKvu) se sumó a los reclamos, y también pidió la renuncia del papa Benedicto XVI debido al caso de abusos sexuales surgido en Alemania.

"Sería un gesto purificador si Ratzinger dijera: ´Soy un obstáculo a la purificación de la Iglesia. Renuncio", sostuvo el director del movimiento, Bernd Goehrig.
En el mismo contexto, los científicos Richard Dawkins y Christopher Hitchens incluso pusieron en marcha una campaña en favor de la detención del papa Benedicto XVI.
A estos pedidos se sumó incluso un sacerdote católico, quien reiteró sus pedidos en sus homilías.
James Scahill, de la parroquia de Saint Michael en EastLongmeadow, en el Massachusetts, dijo que "existen fuertes dudas sobre lo que el Vaticano sostiene que sabía sobre los casos de abusos".
Si el Papa y los obispos no sabían, agregó, el pontífice "tendría que dimitir por completa ignorancia, incompetencia e irresponsabilidad".
Un vocero de la diócesis de Springfield, a la que pertenece la parroquia de East Longmeadow, se apresuró a tomar distancia de los comentarios del sacerdote, subrayando que "no reflejan la posición de la diócesis, ni del obispo, ni de sus sacerdotes".
El papa Benedicto XVI no se inmuta por los pedidos, pero sí acepta renuncias ajenas, como la del obispo de Cloyne, en Irlanda, John Magee, por su implicación en los casos de curas pederastas en ese país. Algo a lo que sí el pontífice tuvo el coraje de renunciar fue al título de “Patriarca de Occidente”, alivianando sus responsabilidades y acortando algo sus merecimientos, que se redujeron sólo a “"obispo de Roma, vicario de Cristo, sucesor del príncipe de los Apóstoles, sumo pontífice de la Iglesia universal, primado de Italia, arzobispo-metropólita de la provincia romana, soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano y siervo de los siervos de Dios".

FERNANDO LUGO
Otro que pretende atarse a su silla a pesar de sus notorios fracasos, bochornos y una grave enfermedad es el cura Fernando Lugo, actual presidente de Paraguay.
El deteriorado aspecto de Fernando Lugo ya concitó la atención de los periodistas al aparecer en público hace unos días usando una gorra sobre su cabeza rapada, cambio de aspecto atribuido a la quimioterapia a la que está siendo sometido por su cáncer. Ya son varias las oportunidades en que el malestar le impide cumplir con sus compromisos de gobernante, y las jornadas en que no puede asistir a cumplir con sus obligaciones.
Los exámenes que le realizaron en el hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo confirmaron que Lugo padece de linfoma, un cáncer que le apareció en los ganglios de la ingle y que se extendió al tórax y a una región ósea de la columna vertebral.
En medio de rumores sobre una posible sucesión de su mandato, se sometió la semana pasada a su segunda sesión de quimioterapia, que ya va dejando huellas visibles como una mancha oscura en la mejilla, además de la consabida pérdida de pelo y ánimo.

LÍDERES POLÍTICOS ALZAN PROGRESIVAMENTE SU VOZ

Dijo Thomas Hobber que el que renuncia a un derecho solamente se quita de en medio para poder gozar del mismo sin impedimento de su parte, y tal parece lo que buscan los principales actores de la política paraguaya, sin importar si se encuentran en el gobierno o la oposición.

Una tensa calma marca el compás de espera para una inminente renuncia del cura Fernando Lugo a la presidencia, por motivos de salud, que se hace tan difícil como si se tratara de una dimisión Papal. Progresivamente, más voces se van sumando para pedir a Lugo que abandone el cargo, de tal suerte a seguir un tratamiento como corresponde a su grave enfermedad.

El presidente Fernando Lugo tiene que dar un paso al costado y permitir a su vicepresidente, Federico Franco, que gobierne, dijo claramente esta semana el líder opositor Lino Oviedo.

El influyente referente de la política asistió una misa en Caacupé, para recordar el tercer aniversario de su liberación de la cárcel militar de Viñas Cue, el 6 de setiembre de 2007, y en el lugar realizó estas declaraciones.

Previamente, el líder de la bancada de senadores del PLRA –partido que apuntala el gobierno de Lugo- se pronunció en el mismo sentido.

Existe un consenso unánime en que Lugo debe abandonar el cargo para dedicarse a luchar contra su enfermedad, pero los cortesanos que se benefician con su permanencia en el cargo no lo permiten, y el mismo interesado se aferra con uñas y dientes, aunque ya no le queden pelos, haciendo honor a la tradición nacional.

No en balde el diccionario de “paraguayología” del estritor paraguayo Helio Vera define a la renuncia como la “denominación oficial que se da a la salida de un alto funcionario que ha sido echado de su cargo a puntapiés”.

miércoles 8 de septiembre de 2010
Izquierda mercenaria y cacería de excomulgados
Dicen quienes conocen la historia, que la ortodoxia de hoy bien puede ser la herejía de mañana, algo que permite deducir que las cruzadas contra herejes no son en el fondo una cuestión de fe, sino de vengar el desacato de los infieles y reducirlos por la fuerza.
La historia católica recuerda que las persecuciones de herejes desatadas por la jerarquía esclesiástica constituyeron una espléndida fuente de confiscaciones, y que los legados papales lograban sumar soldados a sus expediciones punitivas prometiendo propiedad de tierras conquistadas, dispensa del pago de intereses en las deudas, inmunidad ante las cortes civiles, absolución de pecados y todo tipo de indulgencias. Así se constituyó el ejército que durante los años 1209 y 1244, por iniciativa del papa Inocencio III y con el apoyo de la dinastía de los Capetos (reyes de Francia en la época), desató una cacería de albigenses, cuya principal herejía era predicar la humildad y la pobreza.

Muerto Inocencio III su cruzada pasó a Honorio III, luego a Gregorio IX (tío del futuro Alejandro IV y sobrino de Inocencia III, quien a su vez era sobrino de Clemente III) y luego a Inocencio IV. En Agen fueron quemados ochenta de estos excomulgados, en Narbona unos doscientos fueron arrojados a una enorme hoguera que el arzobispo encendió en el Prat des cramats, al pie del castillo de Montsegur.

En la catedral de Saint Nazair mataron a doce mil, en tanto el obispo Folque de Tolosa en su obispado mató a diez mil, y así sucesivamente.

Un heredero de tales historias, el obispo católico Fernando Lugo, investido por eunucos políticos como presidente del Paraguay, ha desatado en su feudo una cruzada parecida contra el desacato, y contra el mismo grupo que se constituyó en su soporte político en sus inicios, importando desde Colombia el método de la ejecución extrajudicial.

EJECUTADOS EXTRAJUDICIALMENTE Y TORTURADOS

El gobierno del falso izquierdista Fernando Lugo, quien ha importado métodos desde la ensangrentada Colombia, sigue en ese contexto ofreciendo recompensas e indulgencias y ejecutando extrajudicialmente a campesinos excomulgados.

Llama la atención que ninguno de los supuestos guerrilleros es tomado prisionero. Evidentemente, tienen mucho que decir y esto puede comprometer al gobierno, sobre todo a su cabeza el cura, antiguo maestro del grupo EPP.

En el velatorio de Gabriel Zárate Cardozo, el dirigente rural Antonio Sanabria, vocero de la familia del asesinado, hizo fuertes acusaciones contra el presidente Fernando Lugo y el ministro del Interior Rafael Filizzola. También cuestionó el trabajo de los policías, sosteniendo que lo de Zárate Cardozo, se trató de una nueva ejecución.

Denunció que el supuesto integrante del EPP fue torturado salvajemente por sus captores antes de ser asesinado.

Gabriel Zárate Cardozo, al igual que Severiano Martínez, fue ejecutado sin haber sido juzgado, y tras ser abatido por la Policía, fue sepultado este sábado por sus familiares, ante la presencia de muchos pobladores de Sidepar.

Las únicas pruebas en su contra son las palabras de las fiscalas del caso y del ministro del interior.

MÉDICO EXPULSADO DE SALA DE AUTOPSIA POR SEGUNDA VEZ

No sólo es la segunda vez que un miembro del EPP no puede ser capturado vivo, también es la segunda vez que el médico convocado por los familiares para verificar la autopsia es impedido de trabajar por sus colegas del oficialismo luguista.

"Hay muchas cosas raras; yo, así como están las cosas, presumo que fue torturado", expresó este viernes el doctor Flores, quien aseguró acudió al lugar a pedido de los familiares de Zárate.

Incluso señaló que en base a lo que pudo observar durante el tiempo que participó de la autopsia el cuerpo del considerado cabecilla del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), además de las heridas de bala, presentaba raspones en la cara y hasta habló de una eventual fractura de una rodilla.

Según él, el caso es "más delicado que el de Severiano Martínez", el otro ejecutado extrajudicialmente por las fuerzas represivas del nuevo Torquemada, en el Chaco paraguayo.

El médico explicó que fue echado de la sala de autopsia cuando intentó tomar unas fotografías con una cámara digital al cuerpo de Zárate.

LA IZQUIERDA MERCENARIA
La continuada cacería de izquierdistas y el método de ejecución extrajudicial no parecen inmutar a la izquierda mercenaria, que sigue vivando a su rey leproso y mendigando las migajas del banquete a la derecha corrupta, que es la que tiene la sartén por el mango en el Paraguay.

Ninguno de los partidos extintos según las leyes paraguayas, como el Partido Revolucionario Febrerista, Demócrata Cristiano o Partido Comunista, ni las agrupaciones fantasmas gestadas en las ONG conectadas a la embajada norteamericana, como Tekojoja o Pmas, se ha pronunciado respecto a esta extraña cruzada contra militantes de la izquierda marxista, emprendida por un gobierno “izquierdista y bolivariano”, el del falso teólogo de la liberación Fernando Lugo.

Tampoco se escucha una sola palabra ni se lee una sola línea dedicada al caso por los integrantes del Foro Chanta de Sao Paulo, una legión de izquierdistas mercenarios que viaja por toda Latinoamérica a cuenta de los gobiernos socialistas, para “debatir” sobre la problemática social de la región y firmar comunicados de apoyo a los patrocinadores que solventan el periplo.
Toda una magistral demostración de cómo hacerse el chancho rengo, sin ninguna duda, cuando una posición política coherente podría afectar nuestros ingresos.

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